Recuperar la convivencia en paz con un adolescente en guerra.

    Nombre

    Email

    Teléfono

    Por si prefieres leer …

    Hola, mi nombre es Artur Canals y hago terapia familiar basada en las Constelaciones Familiares

    Si has llegado hasta aquí es porque eres madre o padre de un o una adolescente y estás desesperada por su comportamiento.

    Quizás te pasan cosas como estas:

    • Te desafía, no acepta el «no» ni los límites, te falta al respeto y llega a ponerse agresivo con gritos o amenazas.
    • No asume sus responsabilidades en casa o en los estudios en los que puede haber fracasado o abandonado.
    • Pasa horas jugando en el ordenador o ante la pantalla del móvil
    • Frecuenta compañías poco recomendables con las que, quizás, consume porros.
    • No se comunica, se aísla y te evita.

    Y la relación entre vosotros sea mala y la convivencia difícil y estresante.

    Discusiones, nervios, tensión, gritos… Quizás hasta tengas miedo de sus reacciones agresivas.

    Muchas veces, resulta imposible convivir con él o ella en paz y tranquilidad.

    Y te sientes frustrada e impotente porque por mucho que lo intentas, ya no sabes:

    ¿Cómo hacerle entender que ha de cambiar?

    ¿Cómo acompañarlo?

    Y sobre todo ¿Cómo ayudarlo?

    Porque en el fondo sabes que es un buen chico/a y lo ves perdida, desorientado, desmotivada.

    No te cuento todo esto solo porque me lo han contado las madres y padres a los que he asesorado sino porque lo he vivido en mis carnes.

    Y no se tu pero yo me he sentido muy culpable consciente de mi responsabilidad en su futuro, un futuro que a los adolescentes no parece preocuparles pero a mí, igual que a ti, nos preocupa y mucho.

    Mira, te quiero decir dos cosas que creo que son importantes.

    Una, no te sientas culpable. No tienes la culpa de nada, hay muchas causas para que se comporte así y quizás algunas de ellas están relacionadas contigo pero no importan.

    No tienes la culpa.

    Grábatelo a fuego aunque te sea difícil.

    Y deja de comportarte como si la tuvieras, que también es difícil.

    Y la segunda cosa, aún más importante.

    En tu mano está gran parte de la solución a estos problemas.

    Dicho de otra manera. Tú puedes hacer mucho para ayudar.

    Formas parte de la solución. En eso si tienes responsabilidad.

    Y para buscar soluciones creemos que necesitamos herramientas, pautas, recursos.

    Creemos que estamos faltos de de autoridad para hacerle entender a nuestro hijo o hija que ha de cambiar.

    Y, en consecuencia, tenemos que buscar fuera en cursos, libros, videos, etc. todo aquello que nos falta.

    Pienso que no.

    Ya las tenemos, ya tenemos la autoridad, las herramientas, los recursos, las pautas.

    Ya sabemos que hacer… Si nos damos el permiso para ser.

    Te puede resultar chocante esto que te digo pero no solo lo pienso, sino que estoy convencido.

    Solo necesitamos el permiso para ser madres y padres y trabajar en nosotras mismas, y ahí está todo.

    Quizás te suene a chino, no sepas de que te hablo.

    Lo que te puede decir es que sucede, pasa cuando me reúno con las familias que me piden ayuda.

    Porque eso sí, para lograrlo va bien pedir ayuda

    Y para lograrlo va bien ser acompañado, pedir asesoramiento, consejo, orientación.

    Y que sea en familia, que pueda estar el o la adolescente, con alguien que os guíe a mostrarnos como somos, los padres , las madres, los hijos, de forma tranquila, sin miedos, sin tensión.

    Y así pasa, nos damos permiso para ser quien somos, para mostrarnos, para vernos, para ser vistos, empezamos a conocernos más y recuperamos nuestra autoridad, y las herramientas, las pautas, los recursos salen solos.

    Y cuando eso pasa en las sesiones, poco a poco al principio y rápidamente después.

    Eso se traslada a la vida diaria.

    Y la relación con tu hijo o hija adolescente se recupera, se calma, se tranquiliza…

    Y empezamos a sentirnos más seguros y confiados en recuperar la armonía familiar, en un futuro esperanzador.

    Porque yo creo que nuestros hijos son el futuro, supongo que estarás de acuerdo.

    Imagina ese futuro por un momento y cómo te sentirás tú de aquí a 10 años por ejemplo.

    Cómo te sentirás si hoy haces todo lo posible por convivir en paz en familia o dejas pasar los días sin intentar hacer algo diferente, sin buscar soluciones alternativas.

    No digo que no intentes solucionar los problemas con tu hijo o hija adolescente.

    Eso ya sé que no lo haces.

    Lo que digo es que las soluciones que crees que son las mejores y que estás poniendo en práctica no están funcionando.

    Sean las que sean, no importa. Lo que te digo es que no dejes de buscar alternativas.

    La mía ya puedes intuir de qué va, te la he comentado de pasada, aunque no del todo.

    Aclararte que se necesita un tiempo, es cierto, unos meses. Se necesita dinero, es verdad, no es gratis.

    Y, sobre todo, se necesita esfuerzo, porque cambiar no es fácil.

    Si crees que te puede interesar, te propongo que  tengamos una entrevista.

    Para que tengas más información de cómo podría ayudarte en tu caso particular.

    Para eso te ofrezco una sesión informativa  gratuita de 30 minutos por videoconferencia.

    Sin compromiso por supuesto.   Quedamos, hablamos y ya decidirás. 

    Si quieres concertar la sesión deja tus datos a continuación y te contesto en breve. 

      Nombre

      Email

      Teléfono

      Deja un comentario