Y te encuentras día sí y día también con que no asume sus responsabilidades en casa o en los estudios, no respeta los límites, te desafía y te falta al respeto poniéndose agresivo con gritos y amenazas, y tu como madre o padre ya no se sabes cómo hacerle entender que ha de cambiar, has de revisar la creencia de que puedes hacerle entender alguna cosa.
Es importante darnos cuenta de dos cosas:
- En función de la edad de nuestro hijo o hija adolescente y su proceso evolutivo es posible que no entienda las cosas como tú las entiendes. En la adolescencia, se desarrolla la capacidad cognitiva del cerebro y empieza a parecerse al de un adulto, pero aún no lo es. Así que cuando no entiende una cuestión puede ser simplemente porque no tiene capacidad para entenderla, sin más.
- Tú tienes que preguntarte: ¿quieres que entienda tu punto de vista o que se comporte de manera diferente?
Si lo que quieres es que entienda tu punto de vista para después cambiar su comportamiento plantéate, por las razones que explicaba antes, que puedes querer un imposible y si persistes en esa opción lograrás el efecto contrario como seguramente ya lo has comprobando.
En cambio, si quieres que se comporte de manera diferente prescindiendo de que entienda o no el porqué de dicha conducta puedes seguir varios pasos y tener diferentes opciones.
Lo primero que te recomendaría es aceptar y reconocer que piensa de manera diferente a ti. Incluso valorar su razonamiento.
Puedes decirle:
“Te entiendo, tu razonamiento no es el mío, pero es valioso para mí, es importante que pensemos diferente”
Hazlo con tus palabras no con estas sino sonará a falso.
Hacer esto es muy importante por dos razones:
La primera es que en la adolescencia los seres humanos tenemos la necesidad de individualizarnos como paso previo a la entrada a la fase adulta de nuestra vida.
Es como decirnos a nosotros mismos en esa época de nuestra vida: “Yo soy yo y mi familia son otros que no son yo”.
De manera que es importante pensar diferente y que eso sea aceptado en el seno de la familia, porque es una necesidad intrínseca a la madurez hay que aceptarla y reconocerla. Especialmente en casos de agresividad, se necesita más de esta aceptación y reconocimiento, aunque nos lo pongan muy difícil.
La segunda es que en la misma adolescencia tenemos también otra necesidad que puede ser contradictoria con la anterior o ambivalente. Un adolescente necesita pertenecer al clan familiar. De hecho, todos los seres humanos de cualquier edad necesitan saberse pertenecientes a una familia. Esto nos aporta identidad, reconocimiento y seguridad, es decir saber quiénes somos y eso es fundamental para moverse en la vida.
Por esta segunda razón aceptar que piense diferente y decírselo es comunicarle que pertenece a la familia y que se puede sentir seguro o segura de que seguirá teniendo sus señas de identidad familiar, aunque sea diferente al resto de personas de su familia.
Así pues, después del primer paso el siguiente es: vamos a ver cómo nos ponemos de acuerdo, puede ser mediante estas dos posibilidades:
- Una es la vía de las normas, si él o ella quieren hacer A y tú quieres que haga B, infórmale que hacer A no está permitido y las consecuencias que tendrá para él hacer A serán X. Llegado el caso aplica las consecuencias que le dijiste y estate atenta y disponible para escuchar lo que tenga que decirte, pero no dejes de aplicar las consecuencias.
- Otra de las vías es negociar, si tú quieres hacer A y yo quiero que hagas B ¿puede existir C como alternativa satisfactoria para los dos?
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